sábado, 5 de mayo de 2012

¿Por qué enseñar a ver TV?



Maria Luisa Mariana Fernández., autora de este artículo, comienza manifestando la curiosa doble moral que existe en la gran mayoría de los hogares respecto a la televisión. Señala que existe un amor-odio hacia ella y nuestras opiniones varían desde lo más negativo posible al uso de esta como utensilio socializador y de ocio; tanto a nivel usuario como en las opiniones de autores reputados que van desde lo extremo negativo (la televisión fomenta violencia y malos hábitos) hasta lo más permisivo (los jóvenes deben ser quiénes deciden y actúan).


Es por esto que considera que los docentes y familiares deben intervenir, pues es imposible alejar a un niño de la televisión ya que lo estaríamos alejando de la sociedad actual. Debido a esta imposibilidad de alejarlo de la televisión y por tanto de todo aquello que rodea a nuestra sociedad, docentes y familiares han de actuar como buenos modelos en este aspecto, pues el niño aprende por imitación de conductas y no son selectivos ante las conductas y actitudes a imitar. Y por tanto hemos de prestar especial atención a lo que un niño ve en televisión, pues las conductas, valores, actitudes, personalidades, que imita de los adultos, también las imitará de aquellos personajes que vea por televisión.

Por todo esto, la escuela no debe alejarse de las herramientas que la televisión proporciona, sino que los docentes han de aprender a usarla como utensilio didáctico para la formación de nuevos individuos y por supuesto trabajar aunando fuerzas con las familias, pues es en el entorno familiar donde el niño comienza a desarrollar su relación con el mundo que le rodea, con la sociedad.

La familia por su parte, debe hacerse con una serie de armas para ayudar a los niños al buen uso de la televisión. M. L. Mariana Fernández resume esas claves en siete puntos:


• Ver los programas con los hijos e hijas: Es necesario guiarles y explicarles que es lo que están viendo, así como hacerles preguntas tras el visionado y dialogar para desarrollar una conciencia crítica en los pequeños.

• No tener la televisión como una niñera electrónica: Este punto se explica por si solo, pues en ningún caso se debe permitir que la televisión sea la que cuide de los niños.

• No hacer zapping: Debemos seleccionar previamente qué es lo que queremos ver para evitar la mala costumbre de cambiar continuamente y la posibilidad de encontrarnos por el camino con algo inapropiado para el niño.


• Control del tiempo: El exceso de televisión puede traer consigo repercusiones físicas y reduce el tiempo que los niños deben dedicar a otras actividades útiles para su desarrollo (socialización con otros niños de su edad, práctica de deportes, juegos, realización de tareas de la escuela, lectura…).

• No al abuso de la televisión: Pues en algunos casos, puede afectar a la capacidad de concentración de los estudiantes, y resentir las relaciones sociales.

• Establecer normas para ver la televisión, consensuadas y cumplidas por todos.


• Somos modelos: Familia y docentes deben lograr que el modelo a transmitir sea coherente con los objetivos que queremos que alcancen los niños.


Por todo esto, no solo debemos hacer frente a esta nueva realidad educativa, sino que es estrictamente necesario que nosotros mismos aprendamos a hacer un uso responsable y desarrollar una conciencia crítica respecto a la televisión para servir de modelo coherente a los más pequeños. 


  • Referencia: Mariana, M.L. (2008). ¿Para qué enseñar a ver TV?. Comunicar, 31. . (DOI: 10.3916/c31-2008-03-041)

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